lunes, 9 de abril de 2012

El padre Cantera OSB ¿Filolefebvrista?


[…] El papa León XIII, después de una visión en la que contempló como el Diablo quedaba desatado, ordenó que todos los sacerdotes recitaran al final de la Santa Misa una oración a San Miguel para que protegiera a la Iglesia frente a las furias de aquél:

"Arcángel San Miguel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
¡Reprímalo Dios! , te pedimos suplicantes.
Y tú, Príncipe de la milicia celestial,
lanza al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros malignos espíritus
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén."

Lamentablemente, la obligatoriedad de esta oración fue suprimida en la reforma de la Misa posterior al Concilio Vaticano II y es difícil encontrar sacerdotes que hoy la recen en ése o en otro momento. Quizá haya que poner en relación este hecho con la tremenda crisis sufrida por la Iglesia Católica en el Posconcilio y hasta nuestros días, que llevó a Pablo VI a exclamar: “Por alguna rendija ha penetrado el humo de Satanás en la Iglesia”. Tal impresión del Papa vino a coincidir en el tiempo con el abandono de esta oración. Por eso sería deseable que los sacerdotes la volvieran a recitar y que todos los fieles, aunque sea como devoción privada, la recen con frecuencia, por ejemplo al final del Santo Rosario en el padrenuestro que se ofrece por el Papa*.


Padre fray Santiago Cantera Montenegro OSB

Fr. Santiago Cantera Montenegro OSB
El pan de los pobres nº1307- abril 2012 pág.29


*n.d.l.r.: la negrita es nuestra

2 comentarios:

  1. Precisamente hoy mismo me he llevado la oración (mientras no la memorizo) para rezarla después de Misa y me he propuesto hacerlo en todas las Misas en adelante. Tomo la idea de hacerlo después del Santo Rosario. También intentaré rezarla al levantarme y acostarme. Efectivamente, urge recuperar esta devoción.

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  2. Me gusta mucho esta oración

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