[...]Está claro que hay que moverse, pero ¿hacia dónde? Y la respuesta no puede ser otra que hacia la Tradición. La Tradición no es el pasado, ni es un mero depósito de costumbres o respuestas manidas. La Tradición es la Verdad, que une pasado, presente y futuro. Es verdadera Tradición sólo cuando se constituye como Promesa, como Palabra Dada. Por eso, asentando de nuevo los maltrechos valores morales en esa verdadera Tradición, seguro que no nos equivocaremos. Lo que no podemos es permanecer impasibles mientras la posmodernidad devora a nuestros hijos.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Exhortación, por Miguel Argaya Roca
Etiquetas:
Decadencia de Occidente,
Defensa de la Tradición,
patriotismo
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Es díficil legar la tradición a nuestros hijos enmedio de un sociedad que prima lo novedoso( con su inmensa carga de placer e inmediatez) sobre lo tradicional (lleno de responsabilidad y futuro).
ResponderEliminarEstupendo blog, le felicito :)
Muy agradecido, no me lo merezco. Gracias por visitarme.
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ResponderEliminarSabias palabras del camarada Argaya, como siempre.
ResponderEliminar¡Ojalá muchos comprendiesen sus intenciones, lejos de tanto prejuicio irracional!