Después de la patética exposición de los representantes cofrades de la Semana Santa de Segovia leíamos el Jueves Santo en el diarío de Ávila una entrevista a una chica, muy mona ella, que es bracera en la cofradía del Cristo de la Salud.
La entrevista no pasará ni a los anales del periodismo (no por la periodista que creo que dió con las preguntas exactas a pesar de tratar un tema tan "interesante"). Ni las respuestas quedarán en lo más alto de la ascética y la piedad cristiana. La moza que gasta ya los 26 tacos es el claro exponente de chica media española. Como dicen en mi pueblo, arrejuntada, quicir viviendo en concubinato y sobre los conocimientos básico del Astete como que no tratemos ese tema. Es el claro exponente de la muerte de la Semana Santa, algo que se hace por mero motivo lúdico, para unos, y económico para otros.
La muchacha nos deja florecillas del calibre 22 por lo menos:
¿Por qué decidió usted ser bracera?Primero, declara sin tapujos que vive en pecado (así se decía antiguamente), porque si no lo hubiera llamado novio, mi marido, esposo, pero lo de pareja denota un desprecio por el matrimonio y un trato vulgar, igualando cualquier situación como válida para mantener una relación sentimental. Y después los motivos: donde está la piedad católica, la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, su tortura, su muerte, los dolores de Su Santísima Madre. Nada da igualcomo el que se viste de carnaval y sale a desfilar por la calle.
Bueno, a mi me lo propusieron. Además, mi pareja, Pedro, fue el escultor que hizo la imagen de Jesús de la Salud y me lo pidió. Yo no quería sacarlo el primer año porque prefería verle por las calles. Pero, como no había mucha gente voluntaria para cargar el paso, me decidí a hacerlo y ahora no quiero hacer otra cosa, no pienso quitarme de ahí. Me da igual no verlo, prefiero sentirlo. Mientras pueda, siempre estaré.
¿Hay que ser muy religioso para vivir esto?Efectivamente, me gustaría saber que opinión tienen en el obispado de Ávila sobre tales declaraciones y la representante que se ha escogido por parte del Diario de Ávila para hacer bandera de la devoción del pueblo abulense y la impecable devoción piadosa a los misterios de la Pasión de Nuestro Señor que todavía domina en la cuna de la reforma carmelitana.
No necesariamente. Es algo que transciende lo religioso, aunque hay que creer en esto.
Foto: Sonsoles Jiménez García, bracera.
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