martes, 7 de abril de 2009

Tradiciones católicas populares (I): Canciones de Castilla la Vieja y el Reino de León.


Uno de los rasgos fundamentales de esta época es el desarraigo y la caída en el olvido de las tradiciones, oficios, canciones y formas sociales de relación, todas ellas impregnadas en su mayoría, sino de un auténtico significado religioso (católico) se tocaba algún concepto o nombre relacionado con Dios o su Iglesia. Era así, Cristo lo cubría casi todo, se hacía presente en cada acto, juego, manera o momento de la vida rural de España ( y en muchos otros países). Estas formas también existían en las ciudades, porque muchas de ellas no eran tan populosas ni eran habitadas por personas que emigraban por motivos económicos buscando un oficio que desarraigaba por completo sus formas y su salud de alma. Se vivía con cierta simbiosis entre la ciudad y el campo. Lo uno dependía de lo otro (ahora se relacionas sobre todo por el "interés").

Un tema que afectó muchísimo a la perdida de usos y costumbres tradicionales en la España rural fue el olvido de canciones y coplillas. Sobre todo las de tema religioso que acompañaban en las Misas, procesiones, actos públicos de piedad y que eran una bandera, una seña de identidad y diferenciación de una zona de España o de un pueblo. Lugares estos donde se cantaba exclusivamente piezas populares hoy extinguidas. El Concilio no sólo trajo la fealdad y tibieza de los ornamentos, utensilios, arquitectura, pintura o escultura. Provocó y provoca muchos altercados entre los feligreses y los párrocos modernistas innovadores. Hasta los socialistas, ateos y los más tíbios en asuntos piadosos ven agredida su condición si tocan o alteran las formas que heredaron sus padres, de sus abuelos y estos de sus bisabuelos, así en generaciones.

El daño irreparable que han sufrido composiciones, entonaciones y letras sobre menesteres religiosos del folclore de España, no es culpa únicamente de la degeneración provocada por el Concilio Vaticano II, sino por la modernidad decadente que elimina y desprecia lo bello por no considerarlo económicamente útil y enemigo de sus perversos fines. Ha sido el CVII, leña para un ese gran incendio que se ha extendido por todas las capas de la católica España.

Pueden escuchar aquí media hora del programa "Todo lo cría la tierra" de Radio Clásica de RNE sobre los cantos de cuaresma.

Cuadro de Joaquín Sorolla en Nueva York

2 comentarios:

  1. el VatII no trajo nada malo...y menos ninguna degeneración... no digas eso xfi

    ...podemos conservar la circuncisión? fué duro pero ya ves... MaNTeNeMoS Lo ViVo... eL ANtiGüO TeSTaMeNTo

    VueLVe a CaSa!
    VueLVe a CaSa q Tu MaMMi eSTá LLoRaNDo MuCHo X Ti y TieNeS MuCHo q NaVeGaR CoN eL VieNTo DL eSPíRiTu!

    :D

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