miércoles, 18 de febrero de 2009

El eslogan de los autobuses

Por Alfonso María Frechel Merino, Canciller del Obispado de Segovia

De todos es conocido que en algunas ciudades han aparecido autobuses con el eslogan: 'Probablemente Dios no exista, deja de preocuparte y goza la vida'.
Es muy curioso que los ateos de todos los tiempos se preocupen tanto por Dios, siempre naturalmente para negarle o incluso para perseguirle. Y es curioso que se tomen tantos esfuerzos contra alguien que no existe, pero que parece que sí que les preocupa, puesto invitan a despreocuparse.
Casi tendríamos que agradecerles que aparezcan de tal guisa, porque quizá así algunos de los que ahora se dicen creyentes, pero no practicantes, despierten de su modorra, ya que lamentablemente son más ateos en la práctica, puesto que prescinden de Dios para todo en su vida. Los que se dicen creyentes, pero viven de espaldas a Dios e ignorándole, son el fondo y en la forma ateos prácticos.
Si no fuera por lo serio del tema, casi dan ganas de reír por eso que dicen: de que Dios pone trabas para ser feliz, para gozar de la vida y disfrutar. Pero, ¿qué es la felicidad para esta gente? ¿Hacer todo lo que me viene en gana sin traba alguna? Es que sin Dios ¿está permitido absolutamente todo? O sea, que podemos permitirnos para nuestra satisfacción personal reírnos de cualquiera, timarle, engañarle, insultarle, quitarle sus cosas o sus bienes y todo lo que me venga en gana... porque eso me mola y disfruto... Pero es que acaso ¿sólo es Dios el que te pone trabas? En el supuesto incluso de la sociedad sin Dios ¿ella nos va a permitir alegremente todos nuestros caprichos? Quizá es que vamos a eso... Pues me da la impresión de que acabaría todo muy malamente.
Lo más triste de todo esto es el no haber entendido quién es Dios. Dicen esos que 'probablemente Dios no exista', pero resulta que tenemos constatado quevino su Hijo Jesús en carne real y nos descubrió que ese Dios es sobre todo un padre que sale al encuentro de sus hijos, los abraza, los convida a un festín buscando su felicidad, pero no sólo pasajera, sino eterna.
Pistas para ser feliz
¿Qué trabas me pone Dios para que no pueda disfrutar de esta vida? No sólo no me las pone, sino que me da pistas para que sea feliz, sabiéndome mimado por Él que me ha aceptado como hijo y le puedo llamar 'abba', o sea 'papi', con la misma confianza de un niño pequeñito en su papá. Esto me alegra y me da fuerzas para desvivirme por los demás, hacerles todos los favores posibles y sentir una felicidad completa por todo ello. Dios no es triste, sino alegre. Su cara visible fue su hijo Jesús que pasó haciendo el bien y repartiendo a alegrías a los más necesitados. Incluso entregó la vida para asegurarnos la felicidad... y resulta que esa misma cruz estorba a algunos.
Los verdaderos creyentes vivimos alegres porque tenemos otras categorías mentales y sabemos en qué consiste la auténtica felicidad. ¿Conocéis a alguien con más alegría, paz, bondad y felicidad, que una humilde monja de clausura? Haced la prueba y preguntadles directamente a ellas mismas si no son dichosas. Y encima algunos las miran con compasión. Es un pequeño ejemplo de otros miles de la vida práctica de cualquier cristiano, que sabe buscar en su vida la felicidad hasta en el quehacer diario, pero bien hecho. Esto sólo se hace por convicción, y no por oficio precisamente.
Amigos creyentes y no creyentes: Yo creo que Dios existe; pero sobre todo creo en ese Dios que existe.

Fuente: El Norte de Castilla

Aquí ahora dejamos unas propuestas alternativas hechas por A Casa de Sarto:

2 comentarios:

  1. La colecta Et Famulos es: Et famulos tuos Papam nostrum Franciscum et antistitem nostrum Angelum, Regem nostrum Ioannem Carolum, cum populo sibi commisso et exercitu suo, ab omni adversitate custodi. Pacem et salutem nostris concede temporibus, ab Ecclesia tua cunctam repelle nequitiam. Omnes errantes ad unitatem Ecclesiae revocare, infideles universos ad Evangelii lumen perducere, et fructus terrae dare et conservare digneris.

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    1. Ioannem Carolum, ¿Rex? ¿El tataranieto de Enrique Puigmoltó y Mayans? El descendiente de traidores pertinaces a Sus Majestades Católicas legítimas, que como bien apunta la Novísima recopilación sobre la traición Ley I del título VII del Libro XII o según legislación del Rey Sabio en la Ley II del título II de la Partida VII, y la Ley II del título VIII de la II Partida sobre la traición. En especial la última ley sobre los yerros de los miembros de la familia real con el propio Rey.

      Cómo puede hacerse llamar Rey de España quien por legitimidad de origen no es rey, por ser bastardo, por ser descendiente de traidores que han perdido cualquier dignidad de llamarse Infante o apellidarse Borbón, por no cumplir la escrupulosa Ley fundamental de Sucesión, auto-acordado del rey don Felipe V de Castilla y las Cortes del 10 de mayo de 1713 (Novísima recopilación, Ley V, título I, Libro III) que jamás ha sido derogada de forma legítima y conforme a las formas y el derecho. ¿Qué hombre puede nombrar reyes? El generalísimo no ha podido tener esa capacidad aunque lo hiciere. Es un prevaricato.
      Por último: como se puede llamar rey a un injusto sancionador de leyes blasfemas, que claman al Cielo, destruyen la Fe católica, arrancan libertad a la Santa Iglesia, enferman y pervierten las almas. Aquél que es un perjuro. ¡No!, esto no es príncipe, es un perro. Dios le perdone.

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