miércoles, 11 de noviembre de 2009

Martínez Camino: un obispo que predica de forma clara

Claramente herética quería decir.


Martínez Camino es uno de esos polluelos criados bajo las alas del cardenal Rouco. Aquel que según dicen quiere parecerse a Richelieu pero que puede terminar como Wolsey.

Martínez Camino utilizando la definición que diese Balmes, es un conservador. Pero no un conservador del deposito de la fe. Sino del sector conservador de la Iglesia oficial, aquella que conserva los desmanes que provocó la revolución modernista. Acepta y tolera los brutales cambios y en cambio no es capaz de pronunciarse mínimamente por los que luchamos por restaurar la venerable y secular liturgia romana original, mientras somos zarandeados por un clero belicoso en contra de la tradición.

Martínez Camino con su lenguaje turbio y obscuro es digno discípulo de su mentor el cardenal de Madrid. Es el prototipo de lo que ocurre en el soviet de Añostro. De ahí que sea su secretario.

Según informa Religión el Libertad el señor obispo ha dicho:


«el Estado no puede imponer una moral a todos, ni aunque fuese la católica».


Y se ha quedado tan pancho. Siendo coherente con su modernismo pero siendo incoherente en su catolicidad. Este jesuíta a parte de ignorar y contradecir el magistero del Papa Pío XI [3679-3680 Dz] por ejemplo, agasajó en su homilía (1 y 2) a Fernández Campos (q.e.p.d.) durante la eucaristía que presidió por su eterno descanso. Por quién no lo sepa Sabino Fernández Campos, a parte de haber tenido a finales del franquismo una separación o divorcio con su primera esposa (menudo ejemplo de varón cristiano y amante de la verdad), cosa que publicamenta no está clara y que sólo la revista "Pronto" en España ha dado alguna pincelada. ¿cómo pudo permanecer al servicio del actual Jefe de Estado con la cantidad de disposiciones y leyes inicuas, anticatólicas que firmó?

Tras lo dicho, que no es novedad por el obispo, Infocatólica, no se ha manifestado. Es más ni lo ha mencionado en su artículo. Y seguro que el órgano oficioso de Rouco (el Alfa y Omega) lo convierta en titular, como Religión en Libertad, para dar más bombo al herético y nocivo "sano laicismo" que nos venden cual bálsamo de Fierabrás para las agonías eclesiásticas.

El jesuíta Martínez Camino no deja de ser otro obispo cortado con el mismo patrón: flojo, ambiguo, que desconoce (0 desea olvidar) la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Un liberal en la conservación, o congelación (no sabemos bien) de la doctrina de la Iglesia.

Ha habido, algún lector o comentarista que cree que es manía persecutoria o ganas de crear un cisma el detallar lo que construyen nuestros amados obispos de Añostro. Puews se equivocan. Aquellos decidimos seguir la obra de Monseñor Lefebvre no tomamos una decisión caprichosa o que desearamos ser unos cismáticos. Es que estamos hartos de oir medias verdades. Querer ayudar pero son ellos los que nos expulsan de su oficialidad, del mundo real al cerrarnos sus medios de comunicación y voceros para marginarnos y despreciarnos. Si les fuera posible enterrarnos y olvidarnos. Aunque después te acerques a ellos y hagan el esfuerzo de escucharte tras una sonrisa forzada para terminar sin hacerte ni caso. NO hay mala intención, pero su orgullo les impide ver que se equivocan. Ellos tienen la sarten por el mango. Pero por sus frutos les conocemos... La Iglesia sigue hundiéndose en la ciénaga, mientras seguimos escuchando el mismo discurso flojo, ambiguo, zalamero con el mundo y con poco amor a la Verdad.

Dios nos perdone.

3 comentarios:

  1. Pues yo le tengo antipatía al prelado ese, tanta como se merece. Por lo pronto no me valen declaraciones sino hechos: ¿Se han negado los Sacramentos a alguno de los políticos abortistas en particular? A ver cuándo se deciden a actuar y dejan sólo de palabrear.

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  2. He entrado en este blog para cerciorarme de que Martinez Camino era jesuita,porque me costaba creer que lo fuese de una congregación que siempre ha luchado por las injusticias sociales, morales y económicas en el Mundo entero; Pero con lo que no contaba era con semejantes declaraciones que me dejan el Alma encogida súbitamente, por poner algo a favor de Martinez Camino, diré que a Él, nunca jamás se le hubiese ocurrido bendecir con agua bendita cañones del ejercito nazi. Gracias

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  3. Señor mío Indalo:
    A un católico normal (que sigue la norma y la ortodoxia) cuesta creer que Martínez Camino sea obispo, que los actuales jesuitas sean hijos de San Ingnacio. Y que los cañones de ejercito alemán depende de para qué serán muy bien bendecidos.

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