El obispo anda inquieto y no lo quiere ocultar. Hoy en la homilía lo ha vuelto a recordar. Casi lo recuerda cada día, como si fuera una chinita en el zapato: el enflaquecimiento del clero secular en Segovia y la falta de vocaciones para relevar a los que envejecen. En este blog por muy lefebvristas que nos quieran motejar somos unos humildes hijos del pastor que ocupa la Catedra de San Jeroteo. Nos reconocemos y sin mérito alguno por nuestra parte que nos a tocado un obispo diligente y atento en Segovia. Algunos le han tachado de soberbio u orgulloso en especial por la fuerza con la que predica desde el púlpito. El chorro de voz guadalupana que recorre por el templo sólo delata una cosa: el celo apostólico y la urgencia ante el desmoronamiento de la Iglesia católica y la Iglesia en Segovia. Don Ángel es un buen discípulo del cardenal Don Antonio Cañizares y éste a su vez de Su Santidad Benedicto XVI. Pueden adolecer todavía de no darse cuenta de algunos de los problemas más urgentes como el cardenal ha mostrado: su visión nula del Concilio y de la atea Constitución de 1978. Sobre todo esta última que es un cáncer para España. Esperemos que con los desgarradores sucesos actuales se atrevan los tres a saber dar un paso al frente y que Dios nos dé el valor y la gracia necesaria para seguirlo.
Desde aquí don Ángel haremos lo que esté en nuestras manos para buscar vocaciones, pero por el amor de Dios instrúyalas en la verdadera fe católica y no se las lleve aquel antro que es la Universidad Pontificia de Salamanca. En la entrevista que concedió al Adelantado de Segovia llegó a declarar: "Si en estos próximos años inmediatos no llegamos a tener diez nuevos sacerdotes, muchas parroquias quedaran sin atender en sus servicios religiosos."
Lo que sea será pero que sea la voluntad de Dios.
Actualización. Cuatro años después de que don Ángel Rubio Castro fuera nombrado Obispo de Segovia:
-protestantes,
-mahometanos,
-cismáticos focianos
-y los masones han campado a sus anchas por la diócesis.
¡Ven, Señor Jesús!
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